El valgo de rodillas o genus valgus, es un término clínico que se ocupa para describir el aumento excesivo del ángulo fisiológico de la extremidad inferior, donde la evidente desviación de las rodillas hacia adentro al estar de pie son su principal característica.
La mala alineación de la extremidad inferior es mecánicamente poco eficiente para la transferencia de fuerzas desde el suelo hacia el resto del cuerpo, lo que predispone a desarrollar distintas alteraciones en la extremidad dependiendo la magnitud de la desviación.
Se pueden observar desde problemas funcionales como; debilidad en la extremidad en general, poco equilibrio al correr o realizar deportes y también en algunos casos hay lesiones músculoesqueléticas asociadas a esta desviación, no solo al nivel de rodillas, sino que, en toda la extremidad, pelvis y columna.
Algunas características en la alineación que comúnmente se pueden encontrar en personas con valgo son: el pie pronador o plano, rotación interna de la extremidad inferior, anteversión pélvica e hiperlordosis.
Si bien hay un gran componente genético en el origen de esta relación anatómica, como el tener una pelvis más ancha u otros factores que determinan esta alineación, el desbalance muscular que se encuentra asociado al mal alineamiento puede ser también causal del progreso de esta desviación en el tiempo, contribuyendo de manera importante a las distintas lesiones o alteraciones músculoesqueléticas.
Es por esto que la terapia física o el ejercicio guiado por personas con conocimiento en el tema serán de gran ayuda para detener la progresión y así evitar lesiones crónicas en el largo plazo.
La práctica del método pilates tiene como uno de sus objetivos recuperar el balance muscular general del cuerpo, lo que se traduce en una mejora importante en la funcionalidad, disminución de dolores músculoesqueléticos asociados a la desviación y hasta la disminución de algunos grados de desviación, sobre todo en personas jóvenes.
El trabajo en el reformer será básicamente el mismo que en las demás personas, pero el o la profesional deberá estar atento/a para realizar algunas modificaciones en ciertos ejercicios para un trabajo más específico.
Algunos de los abordajes específicos:
- Trabajo de fuerza de pie y tobillo, (plantiflexores y músculos intrínsecos del pie).
- Trabajo progresivo de fuerza del cuádriceps.
- Trabajo de musculatura interna de la extremidad, (vasto medial del cuádriceps, aductores, isquiotibiales mediales y tibial posterior).
- Trabajo de flexibilidad de musculatura externa, (vasto lateral del cuádriceps y bíceps femoral).
*El uso de bandas elásticas, balones u otras herramientas podrán ser de gran ayuda para corregir el alineamiento en el plano frontal, (ancho de caderas).
*El trabajo de la musculatura interna de la extremidad, ayudará a disminuir estrés y la ineficacia de músculos como el glúteo medio, la banda iliotibial y rotadores externos de cadera.
*También en algunos casos es común observar hiperlaxitud, lo que hace que el manejo deba ser más correctivo en esos casos.
Ejemplos de trabajo en supino
Footwork
Empuje con metatarsos en posición paralela con agarre de dedos sobre la barra; esta variante puede ser una buena alternativa para empezar a trabajar la musculatura intrínseca del pie y así mejorar la posición de puntas o plantiflexión.
En el apoyo en primera posición o posición pilates, los talones pueden estar ligeramente separados (se puede ocupar una pelota u otro elemento entre los talones) para que las rodillas no choquen al momento de extenderse y así lograr la rotación externa de la cadera y la conexión aductora en los muslos. El desafío principal en este y los demás apoyos de metatarso será en plano sagital, manteniendo la plantiflexión de manera constante (evitar la caída del arco plantar).
Puente
Para este trabajo se puede ocupar una banda elástica de manera propioceptiva para evitar la rotación interna de la extremidad y así mejorar la alineación en el plano frontal (ancho de las caderas).
Anillas en los pies
En un comienzo se podrá privilegiar las variantes de rodillas extendidas versus los empujes, se puede realizar el trabajo de elevar y bajar piernas desde una posición de plantas juntas o inversión de tobillo, esto favorecerá el trabajo del tibial posterior y la musculatura interna, como a su vez el estiramiento de la musculatura lateral de la extremidad inferior.